miércoles, 22 de enero de 2020

¡Cuánto rato te he mirado! - Pedro Salinas


¡Cuánto rato te he mirado
Sin mirarte a ti, en la imagen
Exacta e inaccesible...
Que te traiciona el espejo!
"Bésame", dices. Te beso,
Y mientras te beso pienso
En lo fríos que serán
Tus labios en el espejo.
"Toda el alma para ti",
Murmuras, pero en el pecho
Siento un vacío que sólo
Me lo llenará ese alma
Que no me das.
El alma que se recata
Con disfraz de claridades
En tu forma del espejo.

Compañera - Antonio Pardal

Compañera, mi dulce compañera,
si supieses por ti lo que yo siento
y leyeses cabal mi pensamiento,
serías de mi cuerpo enredadera.

Compañera, mi hermosa primavera,
si tu amor me faltase algún momento,
hasta el postrer rincón del firmamento
el llanto de mi pecho percibiera.

Tan grande es mi dolor y abatimiento,
cuando, oculta, la muerte se acelera,
que brota de mi pecho este lamento.

Amarte eternamente yo quisiera,
pues soy de tus ternuras avariento.
Compañera...mi amada carcelera...

La culpa es de uno (Mario Benedetti)



Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aqui habia hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aqui habia apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahi nomas lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenes razon
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lobregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos
por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Mariano Brull. - El niño y la luna


La luna y el niño juegan
un juego que nadie ve;
se ven sin mirarse, hablan
lengua de pura mudez.

¿Qué se dicen, qué se callan,
quién cuenta una, dos y tres,
y quién, tres, y dos, y uno
y vuelve a empezar después?

¿Quién se quedó en el espejo,
luna, para todo ver?
Está el niño alegre y solo:
la luna tiende a sus pies

nieve de la madrugada,
azul del amanecer;
en las dos caras del mundo
la que oye y la que ve?
se parte en dos el silencio,
la luz se vuelve al revés,
y sin manos, van las manos
a buscar quién sabe qué,
y en el minuto de nadie
pasa lo que nunca fue…

El niño está solo y juega
un juego que nadie ve.

Emily Brontë – La campanilla


La campanilla azul es la flor más dulce
que agita en el aire del verano:
sus flores tienen el poder más poderoso
para calmar el cuidado de mi espíritu.

Hay un hechizo en el brezo púrpura
Demasiado salvaje, tristemente querido;
La violeta tiene un aliento fragante,
pero la fragancia no alegrará,

Los árboles están desnudos, el sol está frío,
y rara vez, rara vez se ve;
Los cielos han perdido su zona de oro,
y la tierra su túnica verde.

Y el hielo sobre la corriente deslumbrante
ha proyectado su sombra sombría;
Y las colinas y valles distantes parecen
en niebla congelada dispuesta.

La campanilla azul no puede encantarme ahora,
la salud ha perdido su floración;
Las violetas en la cañada de abajo,
no producen perfume dulce.

Pero, aunque lloro la dulce Bluebell,
es mejor que esté lejos;
Sé lo rápido que se hincharían mis lágrimas
Para verlo sonreír hoy.

Para, oh! Cuando los rayos del sol caen
fríos Adopta ese cielo lúgubre,
Y dora tu pared húmeda y oscura
Con brillo transitorio;

¿Cómo lloro, cómo arboleo
para el tiempo de las flores por venir,
y alejarme de ese brillo que se desvanece,
para llorar los campos de la casa!