Compañera, mi dulce compañera,
si supieses por ti lo que yo siento
y leyeses cabal mi pensamiento,
serías de mi cuerpo enredadera.
Compañera, mi hermosa primavera,
si tu amor me faltase algún momento,
hasta el postrer rincón del firmamento
el llanto de mi pecho percibiera.
Tan grande es mi dolor y abatimiento,
cuando, oculta, la muerte se acelera,
que brota de mi pecho este lamento.
Amarte eternamente yo quisiera,
pues soy de tus ternuras avariento.
Compañera...mi amada carcelera...
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