viernes, 7 de septiembre de 2018

Te quiero a las 10 de la mañana - Jaime Sabines


Te quiero a las diez de la mañana, y a las once,
y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y
con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me
pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la            
comida o en el trabajo diario, o en las diversiones
que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con
la mitad del odio que guardo para mí.

Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y
siento que estás hecha para mí, que de algún modo
me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos
me convencen de ello, y que no hay otro lugar en
donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu
cuerpo. Tu vienes toda entera a mi encuentro, y
los dos desaparecemos un instante, nos metemos
en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo
hambre o sueño.

Todos los días te quiero y te odio irremediablemente.
Y hay días también, hay horas, en que no
te conozco, en que me eres ajena como la mujer
de otro, Me preocupan los hombres, me preocupo
yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense
en ti durante mucho tiempo. Ya ves ¿Quién
podría quererte menos que yo amor mío?



Me basta así - Ángel González


Si yo fuese DiosY tuviese el secretoHaría un ser exacto a tiLo probaríaA la manera de los panaderos cuando prueban el panEs decir, con la boca
Y si ese saborFuese igual al tuyoO sea, tu mismo olorY tu manera de sonreír
Y de guardar silencioY de estrechar mi mano, estrictamenteY de besarnos sin hacernos dañoDe eso sí estoy seguroPongo tanta atención cuando te besoEntonces
Si yo fuese DiosPodría repetirte y repetirteSiempre la misma y siempre diferenteSin cansarme jamás del juego idénticoSin desdeñar tampoco la que fuistePor la que ibas a ser dentro de nadaYa no sé si me explicoPero quiero quiero aclarar que
Si yo fuese DiosHaría lo posible por ser Ángel GonzálezPara quererte tal como te quieroPara aguardar con calmaA que te crees tú misma cada día
A que sorprendas todas las mañanasLa luz recién nacida con tu propia luzY corras la cortina impalpable que separa el sueño de la vidaResusitándome con tu palabra
Lázaro alegre, yoMojado todavíaDe sombras y perezaSorprendido y absorto en la contemplaciónDe todo aquello que
En unión de mí mismoRecuperas y salvasMuevesDejas abandonado cuando, luego, callas
Escucho tu silencioOigo constelacionesExistes. Creo en tiEres. Me bastaSi yo fuese DiosY tuviese el secreto

Canción de la Búsqueda - José Ángel Buesa


Todavía te busco mujer que busco en vano,
mujer que tantas veces cruzaste mi sendero,
sin alcanzarte nunca cuando extendí la mano
y sin que me escucharas cuando dije: "te quiero..."

Y, sin embargo, espero. Y el tiempo pasa y pasa.
Y ya llega el otoño, y espero todavía:
De lo que fue una hoguera sólo queda una brasa,
pero sigo soñando que he de encontrarte un día.

Y quizás, en la sombra de mi esperanza ciega,
si al fin te encuentro un día, me sentiré cobarde,
al comprender, de pronto, que lo que nunca llega
nos entristece menos que lo que llega tarde.

Y sentiré en el fondo de mis manos vacías,
más allá de la bruma de mis ojos huraños,
la ansiedad de las horas convirtiéndose en días
y el horror de los días convirtiéndose en años...

Pues quizás esté mustia tu frente soñadora,
ya sin calor la llama, ya sin fulgor la estrella...
Y al no decir: "¡Es ella!" - como diría ahora -,
seguiré mi camino, murmurando: "Era ella..."

El viaje definitivo - Juan Ramón Jiménez



"El viaje Definitivo", poema de Juan Ramón Jiménez, en la voz de Francisco Valladares. Homenaje al 50º aniversario de la muerte del poeta (Mayo 1958-2008).

Y no es verdad, dolor - Antonio Machado


    Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
    Tú eres nostalgia de la vida buena
    Y soledad de corazón sombrío,
    De barco sin naufragio y sin estrella.
    Como perro olvidado que no tiene
    Huella ni olfato y yerra
    Por los caminos, sin camino, como
    El niño que en la noche de una fiesta
    Se pierde entre el gentío
    Y el aire polvoriento y las candelas
    Chispeantes, atónito, y asombra
    Su corazón de música y de pena.
    Así voy yo, borracho melancólico,
    Guitarrista lunático, poeta,
    Y pobre hombre en sueños,
    Siempre buscando a Dios entre la niebla.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Tu abanico es mariposa - (Alvarez Quintero (Hermanos)




Tu abanico es mariposa
que en tu mano se posó ...                             
porque en su vuelo otra rosa
más bonita no encontró

sábado, 1 de septiembre de 2018

Donde habite el olvido - Luis Cernuda.


En los vastos jardines sin aurora;

Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas

Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.